¿Donde queda esa... cosa? {Saeko}

¿Ropa nueva?¿Zapatos?¡Que aburrido! Ella estaba ahí por mera casualidad. En realidad le había dado más la curiosidad de averiguar porque tanta gente estaba ahí que ir a ver si podía vestir algo nuevo. En realidad, siempre había disgustado de las ropas informales, Para ella aquél lugar era completamente desconocido y verdaderamente irritante. ¿Por qué era tan difícil encontrar a alguien que vistiera como ella? Era decepcionante. Pero más decepcionante era que de momento no había visto ninguna de sus súbditas. Ni una méndiga ninfa además de ella se había ruzado en su camino. ¿No se suponía que allí había muchísimas, de distintas razas y demás? Suspirando siguió su camino, manteniendo la cabeza baja. Era increíble que ella fuera la única de su raza. Mientras mantenía la esperanza en vana de que se encontrar con alguien al quien por fin, despues de tanto compartir algunos secretos sobre su reinado de ninfas y elfos, escuchó una carcajada suelta. Giró la cabeza en dirección a la extraña voz y se encontró con un grupo de mujeres rojas, literalmente rojas de la risa al ver el atuendo de Ginna. Suspirando, se atrevió a dar un salto bastante ágil, mientras con suma delicadeza sacaba de su navaja de su adorado corsé que bien era un excelente bolsillo de entre sus enredos. Como si se tratara de una física matemática, cayó de forma perfecta sobre una de ellas, a la cual le colocó la navaja en la garganta. -No sé quien eres, y no me importa. Pero tu no sabes quien soy y mucho menos tienes el derecho de burlarte de mi.- Dijo terminando la amenaza, dándole una leve cortada en el cuello, levantándose y caminando lejanamente. Sin importancia